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Mostrando entradas de agosto, 2019

Atreyu

Atreyu Tú que naciste semidios en el reino de Madaura en Africa; hijo de Menon, dios, y de Elena, humana  y hermano de Medea. Miembro de la familia real, heredero en segundo grado al reino. De formación militar, soldado por destino y teniente de las fuerzas leales al reino romano. Que por la suerte de las ninfas te han dado los poderes de Odín y , que has combatido y ganado los reinos de Hispania y sus provincias para gloria de su majestad el emperador Cesar: ¿Aceptas por esposa a Hortensia, la hija del carnicero?

Los soldados del reino

Los soldados del reino Cuenta la leyenda que los soldados del reino vestían armadura metálica color blanco que les cubría por completo. Eran las tropas imperiales. Los había exploradores, de costa, de arena, de nieve, pilotos de aviones de caza. Eran la guardia real del emperador. Siempre fueron privilegiados. Tenían buen sueldo, podían vacacionar un par de veces al año en la luna, y había quienes viajaban a júpiter a hospedarse en una de sus lunas. Todo fue bien mientras duro, que no fue por mucho tiempo. Poco después el éxito de las películas decayó, se tuvieron que despedir a soldados del imperio por miles. Algunos de ellos pudieron contratarse en compañías de seguridad privada. La compañía de cine conservó a unos cuantos para que ayudaran a checar los boletos de entrada en las salas de cine.

A la comunidad científica

A la comunidad científica Señores, me dirijo a todos ustedes. Quien hablaba era el eminente doctor Harry Johnson. Me dirijo a ustedes, prosiguió, para pedirles que detengamos el daño que le hemos hecho al planeta. Como saben todos ustedes, después de la explosión nuclear este ha sido invadido por la peste, las enfermedades y la nube radiactiva. Quienes lo escuchaban eran una selecta audiencia de eminentes científicos que se habían reunido en un auditorio destruido a las afueras de Nueva York. El techo del auditorio había desaparecido, quizá en la última contienda intercontinental. Señores, proseguía el profesor, creo firmemente que nuestro mayor temor es a las bandadas de pájaros come hombres. Todos guardaban silencio. Era cierto, nubes enormes de pajaros surcaban el cielo, y entonces nadie se atrevía a salir a las calles. El doctor se acomodó los lentes, en ese momento una parvada enorme de pájaros negros atravesó el cielo y entro por el enorme hueco que había en el techo dest